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Llamamiento a partir de la primera Carta de Pedro

Bendito sea el Dios y Padre nuestro Señor Jesucristo… Él ha querido que tuviéramos una esperanza viva… Ha querido también que llegaseis a la salvación. Todo esto os da una gran alegría, ni que ahora os tengan que entristecer, por poco tiempo, pruebas de todo tipo.

Abandonemos nuestra antigua forma de vida y vivamos de una vez por todas como cristianos. No os amoldéis a las antiguas pasiones de cuando vivíais sin la esperanza … Sed santos, porque yo soy santo (lev 11, 44-45).

Él no hace distinción de personas, juzga a cada uno según sus obras.

Vivid reverenciándolo todo el tiempo que paséis como extranjeros en este mundo.

Vosotros os habéis purificado obedeciendo la verdad y ahora podéis practicar un amor sincero.

Amaos los unos a los otros con amor sincero.

Habéis renunciado a toda maldad, engaño, hipocresía, envidias y murmuraciones.

Desead la letra pura de la Palabra que os hará crecer y os llevará a la Salvación.

Nuestro país necesita vivir en concordia

1. ¿Por qué la concordia? Porque es la respuesta necesaria cuando una comunidad se divide de manera conflictiva.
2. ¿Por qué ahora? Porque la concordia es un árbol de crecimiento lento y difícil, y nadie sensato retrasa lo que progresa lentamente.
3. La concordia no es equidistancia, ni renuncia a las propias convicciones.
4. Concordia es la calidad del corazón necesaria para vivir en paz y acuerdo. Es la traducción más exacta del concepto aristotélico de amistad civil, la armonía entre contrapuestos que comparten -desde la diferencia- la voluntad de hacer un país -la Polis- mejor.
5. La concordia no puede nacer desencarnada de la realidad concreta, y en nuestro caso eso pide que el estado utilice sus capacidades jurídicas para liberar a los catalanes encarcelados.
6. La concordia es una exigencia de la moral secular, o una exigencia de Dios. Elegid.
7. Es el imperativo categórico de Kant, fundamento de toda la ética moderna que hace referencia a cualquier proposición que declara una acción o inacción como necesaria. Y la concordia lo es. Su proposición más conocida: hay que obrar de manera que se utilice la humanidad como fin y nunca como medio. Su corolario exige tratar a los demás como tú quisieras ser tratado.
8. Para los cristianos son bienaventurados de Jesucristo los que trabajan por la paz porque son hijos de Dios (Mateo 5, 9): «y no se amoldan a las antiguas pasiones de cuando vivían en la ignorancia (de Jesucristo) … porque habéis sido liberados (por él) de la manera absurda de vivir que habíais heredado de vuestros padres «(Pedro 1, 14; 18). Un cristiano no puede vivir en el rencor, el agravio, y «el tú más».
9. Promover la concordia es una exigencia de Dios, también una exigencia práctica. ¿Y es que tal vez no seguiremos viviendo, trabajando juntos, compartiendo amigos y familia? Pues si es así, sólo hay una opción: o vivir hastiados, resentidos los unos con los otros y por tanto infelices, «ulsterizar» nuestros sentimientos y conciencias, o bien aceptarnos en la diferencia construyendo la concordia.

Ayúdanos a la campaña. Envía el mensaje siguiente a los partidos políticos para pedir su actuación positiva a favor de la concordia y ayúdanos a difundir esta alerta.