Sentimientos entre hermanos

“Tener alguien con quien compartir reduce las penas a la mitad y dobla las alegrías”. Mark Twuain

Varias circunstancias personales hacen que dos personas, se hayan de conformar con único hijo. Es fundamental rodear al que no tiene hermanos de primos o amigos bebés para poderlos sentar en su regazo, siempre que no haya peligro de que le caiga, ¡claro está..!, que lo pueda mirar, compartir juguetes y jugar con él. La excelencia de los que tienen hermanos pequeños es la de poder quedar boqui abiertos disfrutando de las gracias de los pequeños de cuna y compartir su necesidad de afecto y reconocer los sentimientos del pequeño, aunque no los exprese verbalmente.

Es comprensible que no todos los matrimonios jóvenes pueden tener familias numerosas, estados de salud físicos o psíquicos, situaciones inseguras debido a la carencia de trabajo o sueldos escasos, rupturas matrimoniales, etc., contribuyen a no lograr este reto aventurado – pero bien recompensado – por el desarrollo integral de los niños.

Las ventajas de la relación entre hermanos, son visibles: protección del hermano mayor frente al pequeño, ternura que desarrolla, risas juntos, pelearse juntos, consolarse un al otro, ceder más de una vez, corregirse de un comportamiento celoso, aprender a compartir juguetes, el conocimiento de maneras de ser y de hacer diferentes y un largo etcétera. Muchos padres jóvenes están muy preocupados cuando sus hijos se pelean y no hay para menos. Sabe mal escuchar sus gritos y ver los empujones o el intento de ser el centro del hogar, muchas veces inducida por unos celos patentes, puesto que – y es bien normal – los padres deben ser exclusivos por cada uno de nuestros hijos. Compartir les provoca un buen altercado.

Os escribo dos anécdotas vividas para ayudar a la comprensión entre ellos. Un día veía en un jardín público a un niño de unos cinco años con su cabeza materialmente metida dentro de un cochecito, al lado una chica joven. La escena era curiosa puesto que después de sacar el niño la cabeza se escuchaban gritos de alegría… me acerqué… dentro del cochecito una pequeña de seis meses lo pasaba súper bien tirando los cabellos de su hermano mayor. Y él también se alegraba ante el descubrimiento de las risas que había provocado en su hermana.

Me decía un padre joven, que ya tenía tres hijos, el mayor de ocho años, el segundo de seis y el pequeño de dos años: “Los domingos estoy encargado de hacer la comida y la cena; mi especialidad son las paellas o la carne asada y dejar pechuga de pollo rebozada para la noche. La tarea de mi mujer es la de preparar la ropa para la vuelta del lunes a la escuela de los hijos. La tarde nos queda libre para actividades de descanso con los hijos. Tenía el aceite caliente y en la habitación de juegos se escuchaban gritos y llantos. Ni la mujer ni yo podíamos ir inmediatamente. Cuando fuimos, se había acabado el jaleo. La paz y el juego continuaban su ritmo. Con tres hijos, muchas situaciones problemáticas se solucionan solas. Y,… ¿sabes que es lo que más me gusta?, que a menudo se piden perdón, es un objetivo que nos marcamos con mi mujer desde que iniciamos nuestra vida en común: el de pedirnos perdón cuando nos faltaba la serenidad y así – con el testimonio – hacer que nuestros hijos lo aprendieran”.

Ante esta explicación le di las gracias y un toque en la espalda. Mientras andaba de vuelta a casa reflexioné muy agradecida por lo que había vivido y volví a reconocer que el perdón y el agradecimiento son dos valores fundamentales para transmitir a los hijos, para tener una buena convivencia, para conservarlos y llevarlos a la práctica. ¡Sí..!, debemos ser conservadores – no en el sentido empleado a veces con ironía -, sino en el sentido de que tener una existencia plena, saber perdonar y ser agradecidos abre muchas puertas a la comprensión y a la buena relación entre hermanos.

Victoria Cardona

Maestra y orientadora familiar

www.vidadefamilia.org

(Extraído de su libro Som avis, editado por Mina, 2008)

Subscriu-te al Butlletí

¿Quieres decirnos algo?

Tu nombre (obligatorio)

Tu email (obligatorio)

Tu teléfono

Tu mensaje

Accepto la política de privacidad

captcha