Ahora más que nunca es necesaria una Iglesia que cumpla con su misión, que el papa Francisco definió como una Iglesia en salida, es decir, que lejos del ensimismamiento, el bloqueo, de considerarse un reducto, se proyecte a toda la sociedad. A esta tarea cuya dirección corresponde a nuestros obispos, con la participación de todos sus presbíteros, estamos llamados los católicos sin excepciones, para constituir el pueblo de Dios en marcha. Es evidente que no se trata de un mandato nuevo. Está ahí desde siempre. Es la llamada a salir a predicar y bautizar a todos los pueblos que hace Jesús y que cierra el Evangelio de San Mateo.
Esta acción significa adecuarnos a las nuevas circunstancias, pero sin perder aquello que define la esencia del cristianismo católico, que tiene en la comunión, en la presencia real eucarística su bóveda central. Una reflexión sobre la situación actual y la necesidad de actuar de forma adecuada a las actuales circunstancias, la podéis encontrar aquí, y corresponde a mi blog de ForumLibertas.
e-Cristians estamos adaptándonos a esta situación nueva, a sus desafíos y problemas, y contemplamos con un cierto estupor como la ideología de quienes nos gobiernan les induce una y otra vez a errores que pagamos todos. Ahora mismo la Generalitat, que con tanta lentitud y falta de eficacia actúa para proteger las vidas de personas mayores que viven en las residencias, ha respondido con diligencia a la petición de las empresas que se dedican al aborto, reduciendo los controles y garantías que establece la ley, para practicarlos. La razón real, como casi siempre, está enmascarada por el discurso político. No es otra que las empresas que se dedican al negocio del aborto, también han visto reducir en gran medida la afluencia de mujeres, y con ello sus ingresos. La solución que han pedido es muy simple: que se reduzcan al mínimo las exigencias para abortar y que pueda resolverse con una sola visita. Ahí la Generalitat ha dado una respuesta inmediata. ¿Qué extrañas mentalidades presiden nuestro país cuando la vida en uno y otro extremo de la cadena de la vida parece importar tan poco?
Esta crisis es histórica y no sabemos qué cambios generará, pero ciertamente los habrá y uno de ellos será mostrar de manera descarnada si somos observadores, atentos y lúcidos, la manipulación del poder hacia todos nosotros.
Para afrontar las transformaciones e-Cristians va a reforzar su dimensión como comunidad. Para ello hemos empezado la organización en los Círculos, 10 o 12 personas reunidas con un miembro de la Comisión Ejecutiva de manera virtual, a través de un grupo de internet, y usando si así se considera, aquellos otros instrumentos para hacer comunidad, que las diversas posibilidades de la comunicación actual nos ofrecen, y que queda a la discreción de cada grupo. Una persona de la Comisión Ejecutiva se ha puesto o se pondrá en contacto con vosotros, primero por correo, después por teléfono, para invitaros a formar parte del Círculo. Queda en vuestras manos aceptarlo o no, pero sería bueno que de todo esto sacásemos como primer aprovechamiento una mejor y mayor relación entre todos nosotros, que nos permita cumplir en mayor medida nuestra tarea de servir a Jesucristo y a su Iglesia, en aquello que nos corresponde: la presencia cristiana en la vida pública en sus dimensiones más colectivas, más políticas. Os invito por tanto, a que respondáis afirmativamente a esta llamada a construir vuestro Círculo. Si a alguno de vosotros no le llega la llamada, el mensaje, os ruego que os pongáis en contacto con la secretaría de e-Cristians: secretaria@e-cristians.net.
La iniciativa, actualmente en curso, es la difusión y uso de un dictamen jurídico elaborado por el miembro de la Comisión Ejecutiva, abogado del Estado en excedencia y antiguo miembro del Consejo de Estado, el Sr. Manuel J. Silva, que sirve para orientar con claridad y concreción los términos para ejercer el culto en las iglesias, y así evitar arbitrarias interpretaciones que coarten este derecho. Lo hemos distribuido entre los sacerdotes y los obispos por si pudiera serles de utilidad, y está a vuestra disposición en la web de e-Cristians aquí. Esta es una de nuestras líneas de trabajo: la defensa y promoción del derecho a la libertad religiosa y al culto que de ella se deriva, de acuerdo con la legislación existente, y obviamente sin menoscabo de lo que en cada momento decidan los obispos de acuerdo con el derecho canónico.
Una segunda línea de trabajo empieza esta misma semana, a partir de un documento sobre la vida como problema político, y que se centra en la trágica situación que atraviesan los ancianos de las residencias y en general las personas de más edad, así como la aplicación del triaje hospitalario y las instrucciones que el servicio de emergencias de la Generalitat ha establecido. Además de los hechos concretos, en todo esto se está gestando una cuestión decisiva en la que debemos intervenir. Se trata del valor de la vida humana, de quién tiene derecho a establecerlo y limitarlo, y a plantear una alternativa cristiana al creciente utilitarismo que se está desarrollando entorno al sentido de la vida.
En una sociedad que ha asumido el aborto y que ha prescindido de toda significación del no nacido, en la que la eutanasia contaba, al menos hasta antes de la crisis del coronavirus, con una notable aceptación, es peligrosamente fácil dar un paso más y valorar la dignidad y la vida de las personas de acuerdo con la utilidad que el poder y sus expertos le concedan. Y esto, si llega a consolidarse, será mucho más peligroso y trágico que el propio coronavirus.
Os invito a participar activamente en las iniciativas de e-Cristians para contribuir a esta Iglesia en salida y un mundo mejor inspirado en el Reino de Dios.
Que Él en su infinita misericordia nos guarde y que su Santo Espíritu nos guíe en Jesucristo.