La ONU aplaza dos años la prohibición de la clonación

La Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) ha decidido suspender por dos años la propuesta de prohibir de forma global todo tipo de clonación humana. En la reunión celebrada el jueves 6 de noviembre, 80 países votaron a favor de la moratoria, 79 en contra y 15 se abstuvieron. Al mismo tiempo, el Parlamento Europeo acaba de aprobar un presupuesto de más de 2.000 millones de euros para financiar la investigación con células madre embrionarias. Ambas decisiones inciden en el debate sobre la llamada clonación terapéutica, lo cual decanta la balanza del lado de los que son partidarios de investigar con embriones humanos. A pesar de los positivos resultados obtenidos hasta ahora en el campo de la investigación con células madre adultas, los estudios con embriones siguen gozando de una cierta prioridad entre la comunidad científica »oficial», la industria biotecnológica y la mayoría de políticos europeos. El contrapunto positivo lo pone también esa misma moratoria, pues en ese tiempo tampoco se podrá experimentar con la clonación reproductiva. ¿Servirán estos dos años para que la comunidad internacional pueda constatar la viabilidad de las células madre adultas y reconozca la vida en el ser humano desde el mismo momento de la concepción? La Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) ha decidido suspender por dos años la propuesta de prohibir de forma global todo tipo de clonación humana. En la reunión celebrada el jueves 6 de noviembre, 80 países votaron a favor de la moratoria, 79 en contra y 15 se abstuvieron. Al mismo tiempo, el Parlamento Europeo acaba de aprobar un presupuesto de más de 2.000 millones de euros para financiar la investigación con células madre embrionarias. Ambas decisiones inciden en el debate sobre la llamada clonación terapéutica, lo cual decanta la balanza del lado de los que son partidarios de investigar con embriones humanos. A pesar de los positivos resultados obtenidos hasta ahora en el campo de la investigación con células madre adultas, los estudios con embriones siguen gozando de una cierta prioridad entre la comunidad científica »oficial», la industria biotecnológica y la mayoría de políticos europeos. El contrapunto positivo lo pone también esa misma moratoria, pues en ese tiempo tampoco se podrá experimentar con la clonación reproductiva. ¿Servirán estos dos años para que la comunidad internacional pueda constatar la viabilidad de las células madre adultas y reconozca la vida en el ser humano desde el mismo momento de la concepción?

El debate sobre la clonación despierta un gran interés en Europa, como lo prueba el hecho de que de 191 países representados en la ONU han participado en la votación un total de 174 representantes. El tema ya había sido planteado hace 2 años a la Asamblea General de la ONU por Francia y Alemania, que pedían la redacción de un tratado que prohibiera la clonación reproductiva humana. Sin embargo, un grupo de 20 países liderado por Bélgica, entre ellos Japón, Brasil, Sudáfrica y Gran Bretaña, ha creado una división al proponer que se permitiera la llamada clonación terapéutica. Desde una perspectiva bien diferente, Costa Rica ha tomado la iniciativa en esta ocasión con su propuesta de prohibir todo tipo de clonación humana por respeto a la dignidad de la persona, tanto la terapéutica como la reproductiva, alegando que, una vez que se haya dado luz verde a la investigación con embriones para tratamientos terapéuticos, va a ser muy difícil evitar que algún país se lance a la aventura de clonar seres humanos. Su proposición ya contaba con el respaldo de un número entre 60 y 100 países, entre ellos Estados Unidos, Italia y España. El Vaticano también se sumó a esta moción, distribuyendo un documento entre las diferentes delegaciones. El texto plantea el dilema moral que supone la clonación terapéutica, ya que un embrión humano goza de la misma dignidad propia de todo ser humano y, por tanto, no puede ser creado y destruido con el simple objetivo de extraer sus células para investigación. »¿Cuántas vidas humanas pensamos destruir en este proceso?», se preguntaba el observador permanente de la Santa Sede ante la ONU, el arzobispo Celestino Migliore, el pasado 21 de octubre al tomar la palabra ante sus colegas europeos. »Una de las misiones fundamentales de las Naciones Unidas es defender los derechos de todos los seres humanos. Si la ONU prohibiese la clonación reproductiva sin prohibir la clonación con fines de investigación, este organismo estaría implicado por primera vez en la legitimación de algo increíble: la creación de seres humanos para el expreso propósito de destruirlos», concluyó el representante de la Santa Sede.

El bloqueo a la prohibición total de la clonación humana, por tan sólo un voto de diferencia, se ha originado como consecuencia, a última hora, de la propuesta de Irán en nombre de los 57 estados de la Conferencia de Países Islámicos en la que se pedía una moratoria hasta 2005 para poder observar los avances en este tipo de investigaciones. Al final, su propuesta es la que se ha sometido a votación con el resultado ya comentado. España, por su parte, se ha desmarcado de sus compañeros europeos que estaban a favor de una mayor flexibilidad en la investigación con embriones, al denunciar que el retraso iba contra el reglamento y que se debía votar de inmediato la resolución de prohibición absoluta.

Financiación para manipular embriones

Unos días antes de producirse el debate sobre la prohibición total de la clonación humana, el Comité de Industria del Parlamento Europeo decidía aprobar un presupuesto de más de 2.000 millones de euros para facilitar la investigación con células madre embrionarias. La propuesta será presentada ante el Parlamento el 11 de noviembre y, posteriormente, deberá ser aprobada por los estados miembros en el Consejo Europeo, donde diversos países han mostrado su rechazo hacia este tipo de investigaciones. En caso de confirmarse el visto bueno al presupuesto, esta decisión supondría una inyección económica para la comunidad científica y la industria biotecnológica favorables a la manipulación de embriones. A pesar de que, en julio de este mismo año, la Comisión Europea había aconsejado dar prioridad a la investigación con células madre adultas, todo parece indicar que las prioridades van a ir en otra dirección.

No vamos a insistir ahora en todas las opciones alternativas a manipular vida humana que han surgido hasta la fecha. Tampoco mencionaremos los estudios concretos con células madre adultas que han dado un fruto positivo en el tratamiento terapéutico de enfermedades, como es el caso de la regeneración cardíaca. De todo ello ya hemos dado cuenta en anteriores artículos de E-Cristians. Sin embargo, nos continúa sorprendiendo la ceguera institucional que prioriza, de largo, la manipulación de embriones, anteponiéndola a las soluciones alternativas, científicas y éticas, que proponen las células extraídas de tejidos adultos.

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