El pasado domingo 3 de septiembre la emblemática Plaza de Notre Dame de París, en donde se encuentra la Catedral del mismo nombre, fue rebautizada como “Juan Pablo II”, rompiendo así la tradición de las autoridades locales de esperar cinco años tras la muerte de la persona homenajeada.
El acto fue presidio por el Alcalde parisino, Bertrand Delante, el Arzobispo de París, Mons. André Armand Vigt-Trois y el Nuncio Apostólico en Francia, Mons. Fortunato Baldelli. También estuvieron presentes el Arzobispo Emérito de París, Cardenal Jean Mareie Lustiger, y el Rector de la Catedral de Notre-Dame de París, P. Patrick Jacquin.
Se trata de un “homenaje y un símbolo de respeto y admiración por el Papa Grande” quien murió en la primavera del año pasado, “muy unido a Francia, el país que más veces visitó tras Polonia, su país natal, durante sus años de pontificado” indicaron fuentes de la Catedral.