En primer lugar os queremos dar las gracias a todos los que habéis hecho posible el éxito, a las personas que acudisteis, a los que colaborasteis en los diversos servicios y especialmente a las 4 magníficas oradoras que contribuyeron a dar contenido al acto. En términos exactos y reales, sin hinchar globos como se suele hacer habitualmente en este tipo de actos, debe decirse que superó las mil personas. El recuento en este caso se ve facilitado en cuanto a su precisión por la distribución de veles que se hizo a los asistentes.
Es la primera manifestación que se hace sobre el aborto en Barcelona desde hace más de 20 años. Y es un primer paso de movilización excepcionalmente bueno. Los asistentes nos comprometimos entre otras cosas a convocar un gran acto cada año y a hacerlo crecer hasta que se vea en la calle una avalancha imparable de personas. Ha acabado el silencio y la ocultación de esta tragedia que daña a personas concretas, mata a niños y hace inviable, por falta de nacimientos, nuestra sociedad.
Censuramos la actuación de los medios de comunicación que, una vez más, forman parte de la confabulación del gran silencio ocultando la manifestación como han hecho TV3, El País o El Periódico o, lo quizás es peor, lo que han hecho periódicos como el ABC, La Razón o La Vanguardia y, curiosamente hasta una tertulia del grupo Intereconomía en la que se cifraba el número de asistentes en 100 o 200 personas. En este sentido seguían la línea de la Guardia Urbana que, actuando como policía política, dieron la cifra de ¡50 personas!, que era prácticamente el nombre de chicos y chicas que colaboraban en el servicio de orden y en otros servicios de atención en la manifestación. Es posible que en parte la menos valoración de la cifra fuera debida a que de las 18,30h. a las 19,15h., hubo una fiesta para niños y poca gente adulta. Si así fuera, significaría que los periodistas no asistieron al principio del acto, es decir a los parlamentos del inicio, la manifestación y la lectura del manifiesto final que fue cuando se concentraron, tal y como estaba previsto en el horario, el máximo de asistentes.
Esto no justifica la manipulación de la Guardia Urbana ni la actuación frívola de los medios de comunicación. Cierto es que para que el mal prospere es necesario que previamente el bien haya desertado.
Barcelona, 15 de diciembre de 2006