El pasado 11 de diciembre llevaron a cabo un brutal atentado en la Iglesia vecina a la catedral cristiana copta de El Cairo. Un artefacto explosivo fue colocado en la entrada de la catedral durante la Misa dominical en la que participaban un gran número de fieles. 25 personas murieron y 49 resultaron heridas de diversa consideración. Este atentado seguramente por su brutalidad y por sernos más próximo ha tenido más repercusión. Es una manifestación más de la persecución sistemática que sufren los cristianos, especialmente en países de Oriente Próximo, África y Asia.
Esta destrucción humana y material -porque la destrucción del legado cultural es terrible-, no parece tener mucho impacto ni en los medios de comunicación ni en la opinión pública, y sobre todo en los poderes públicos.
No existe sensibilidad ni solidaridad con tantas muertes y tantos sufrimientos. De hecho iniciar campañas a favor de los cristianos perseguidos, es un hecho inédito en la sociedad catalana y española, más allá de los ámbitos eclesiales. Es como si los muertos cristianos fueran de segunda clase.
No es justa y es un déficit ético esta actitud, por parte de todos, y en especial de los que tienen una mayor responsabilidad en los asuntos públicos, las diversas instancias gubernamentales de sus gobiernos, incluida la Unión Europea.
Los cristianos estamos en primera línea de la solidaridad con los refugiados, pero esta solidaridad, no tiene un correlato equivalente cuando se trata de ser solidario, con los que son refugiados en su propia tierra: los cristianos perseguidos en Oriente Próximo, Pakistán y Afganistán, y de otros países musulmanes.
Por todo ello, pedimos a la Unión Europea, y más en concreto al gobierno español y al catalán, un compromiso efectivo y visible para afrontar esta matanza y persecución humana.
¿Qué pedimos a la UE?
Que adopte medidas diplomáticas rápidas y eficaces para asegurar que en estos países los derechos de los cristianos son debidamente respetados. Asimismo pedimos que otorgue ayudas económicas a estos colectivos que a menudo son despreciados en sus países, de religión mayoritariamente musulmana. Hay que decir, por ejemplo, que en Egipto, que condenó sin ambages esta atentado, los cristianos no dejan de ser habitantes de segunda, y más de un cura ha sido vapuleado en dependencias policiales.
¿Qué pedimos al gobierno español?
Como miembro de la Unión Europea y por su proximidad, le pedimos que lidere estas gestiones dentro de la Unión Europea, y utilice sus recursos diplomáticos muy eficientes en otros ámbitos, como el económico, en estos países.
¿Qué pedimos al gobierno catalán?
El gobierno catalán ha liderado de manera ejemplar en el estado español las gestiones para comenzar la acogida de refugiados de guerra sirios. Pedimos que en paralelo a estas campañas fomente también las ayudas a estos colectivos cristianos.
En general, lo que pedimos es ayudar a estos colectivos para que no tengan que irse de sus países. Muchas veces se ven obligados a huir para evitar las dificultades en las que viven hasta el punto de peligrar su vida, como ha ocurrido en el caso de los cristianos coptos en Egipto.
También pedimos a la sociedad entera que sea consciente de este problema independientemente de la creencia de cada uno. Se trata del respeto al derecho universal a la práctica religiosa, sin el cual es imposible una libertad verdadera.