La Misa de la Virgen de la Mercè, patrona de Barcelona, expulsada del programa oficial de festes. Carta Semanal de Josep Miró

Nos encontramos a las puertas de celebrar la festividad de la Verge de la Mercè, que tiene un especial relieve en Barcelona porque es la causa de su Fiesta Mayor.

El mandato de la nueva alcaldesa de Barcelona se ha caracterizado por su animadversión por la fe cristiana. Y precisamente dos hechos relacionados con las fiestas de la Mercè lo constatan.

Uno, el de expulsar del programa oficial de fiestas la referencia a la misa conmemorativa. El programa incorpora decenas y decenas de actos, pero lo que justifica históricamente la Fiesta Mayor ha sido liquidado. No hay lugar a unas pocas líneas. Otro, es que el Seguici d’Autoritats (Cortejo de Autoridades), un tradición de larga observancia, que fue mantenida por los gobiernos socialistas, y que en el mandato de Ada Colau ha sufrido un cambio, incluso roza el ridículo. El Seguici sale del Ayuntamiento con los concejales guarnecidos con sus atributos, y se dirige a la basílica de la Mercè para participar en la Misa. Una vez finalizada, se hace el recorrido a la inversa, y en todos los casos, sobre todo a la vuelta, una multitud acompaña a las autoridades municipales. Ada Colau decidió no ir, pero no se quiso perder el baño de multitudes y de celebración de la vuelta, y acudió a la basílica, esperando que acabara en la puerta y así participar en el cortejo. Era un espectáculo raro ver a la máxima autoridad de Barcelona, ​​que en teoría nos representa a todos, haciendo tiempo en la puerta del templo, para evitar pisarlo. De este modo y por partida doble Ada Colau manifestaba su rechazo por unas prácticas tradicionales con siglos de duración.

Colau no ha tenido ningún reparo para acudir a celebraciones musulmanas y tradicionales chinas. Está en su derecho, y es bueno saberlo, pero lo que en ningún caso puede hacer es confundir sus preferencias de asistencia; musulmanes sí, católicos no, con sus obligaciones como alcaldesa que conlleva hacer cumplir los acuerdos municipales.

Y es que de acuerdo con la respuesta (e-Cristians pide a Ada Colau que se restituya la Misa en el Programa de la Mercè) recibida por la Síndica de Barcelona a nuestra queja de septiembre del año pasado, sobre el exclusión de la misa del programa de fiestas, tanto la misa como el Seguici están protocololizados por acuerdo del Plenario Municipal. Son por tanto actividades oficiales del ayuntamiento. El gobierno de Ada Colau infringe una normativa del Pleno al no incorporar la Misa en el programa de fiestas. La única actitud posible del ayuntamiento respetuosa con la democracia es cumplir con el acuerdo del plenario, o en su caso, adoptar un acuerdo de igual que lo modifique, lo que no se ha hecho.

La referencia a la Misa de la Mercè debe volver al programa de fiestas. Pero a fecha de hoy parece que el gobierno municipal lo ignorará una vez más.

 

Gracias por tu interés y colaboración.

Josep Miró i Ardèvol

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