¿Y si nos cagamos en don Juan Miguel Hernández (con perdón)?

¿Y si nos cagamos en don Juan Miguel Hernández León, es decir, en el presidente del Círculo de Bellas Artes de Madrid? ¿O en el autor de esa obra teatral que defeca sobre lo sagrado, Iñigo Ramírez de Haro? ¿O en el consejero de Cultura de la Comunidad, Santiago Fisas, en la Ministra de Cultura, Carmen Calvo, o en la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre? Si hiciéramos tal cosa, ¿lo considerarían una ofensa? ¿Las demás personas se llevarían las manos a la cabeza por nuestra …

¿Y si nos cagamos en don Juan Miguel Hernández León, es decir, en el presidente del Círculo de Bellas Artes de Madrid? ¿O en el autor de esa obra teatral que defeca sobre lo sagrado, Iñigo Ramírez de Haro? ¿O en el consejero de Cultura de la Comunidad, Santiago Fisas, en la Ministra de Cultura, Carmen Calvo, o en la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre? Si hiciéramos tal cosa, ¿lo considerarían una ofensa? ¿Las demás personas se llevarían las manos a la cabeza por nuestra falta de respeto y civismo?

Seguro que sí. Porque es un insulto, un menosprecio brutal que ninguna libertad de expresión puede amparar, porque la libertad no puede estar contra lo esencial, contra el valor máximo a preservar: la dignidad de la persona. Y cagarse en alguien es pura y simplemente una ofensa, un menoscabo a la dignidad.

Por eso no lo haremos, por el respeto mas elemental. Y por eso mismo ninguno de ellos, empezando por el presidente del Círculo de Bellas Artes de Madrid, don Juan Miguel Hernández León, puede asumir que ese insulto se cometa contra Dios, porque entonces la perversión se torna blasfemia y se multiplica por mucho, por tanto como personas hay (creyentes o no) con sentido de la dignidad de lo sagrado.

No es nuestro estilo menospreciar a nadie, todo lo contrario. Este pequeño simulacro ha sido necesario para que los responsables entiendan que para millones de personas la dignidad de Dios, como mínimo, es igual a la de cualquier persona, y que no pueden ir por la vida ofendiendo así, por accion u omisión.

Después se les llenará la boca de respeto a la pluralidad, la multiculturalidad y la democracia, cuando son incapaces de respetar algo tan fundamental como la conciencia religiosa de las personas. Son como los sepulcros blanqueados del Evangelio.

Nota 1:

Seguro que ninguno de los adalides señalados, que confunden la libertad de expresión con el insulto, se atreverían al mismo juego con Alá, ni tan siquiera con Mahoma. Nos alegramos, porque eso es bueno, ¡ya está bien que respeten algo! Aunque sólo sea porque son cobardes. ¿Sin recurso al miedo pueden remediar su lamentable actuación ? ¿Sólo por respeto? Se lo pedimos.

Nota 2:

El PP vuelve a mostrar debilidad moral y cultural, la misma que ha hecho posible, por ejemplo, que el aborto se dispara en España bajo su gobierno, con medios y procedimentos que infringen sistemáticamente el Código Penal. El PP debe reflexionar sobre esto y sobre otras muchas cosas, casos parecidos al de esta obra insultante en el Círculo de Bellas Artes. ¿No son las cercanas elecciones europeas un buen motivo para la reflexión?

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