Josep Miró i Ardèvol
La arbitrariedad antidemocrática del gobierno de Sánchez no conoce límites y de una vez por todas requiere de una respuesta democrática masiva y una denuncia en la Unión Europea que todavía no ha tenido lugar. Y sobre todo esto hay que preguntarse sobre la eficacia y alcance de las instituciones políticas -los partidos de oposición off course– , de la sociedad civil y las propias instituciones eclesiales. La arbitrariedad la comete un gobierno débil porque nuestra democracia, sociedad civil y eclesial lo es todavía más. Es el mejor camino para el desastre. Leer más.