Apreciado amigo/Apreciada amiga:
A estas alturas solo hay un objetivo: alcanzar la máxima presencia en la Manifestación del 26 en Madrid. En Catalunya diversas entidades han organizado autocares. Puede encontrar plaza todavía al módico precio de 15 euros inscribiéndote aquí. El viaje en autocar es un esfuerzo, pero está bien aprovechado, económico, permite hacer comunidad con las demás personas que viajan hacia Madrid y, sobre todo, engorda la manifestación, que debe ser grande para tener efecto. Debe señalar un antes y un después. Porque la situación en la que nos encontramos, la inercia, es necesario romperla señalando que hay muchas personas que rechazan las leyes contra la naturaleza humana que está haciendo de manera sistemática este gobierno y que utiliza como instrumento político. Ya ha quedado demostrado que la idea de que ponerse de perfil o mirar hacia otro lado no es la solución. Eludir el tema significa hacer crecer el problema por una razón bien conocida: la práctica política desde el gobierno tiene siempre, en mayor o menor medida, la voluntad de buscar los menores costes posibles.
El gobierno Sánchez puede ir desplegando sus leyes simbólicas que son las que le dan especificidad ante el agravio histórico que ha sufrido la social democracia y así recurrir al adoctrinamiento de niños y jóvenes, la eutanasia, el suicidio asistido, convertir el fenómeno trans en bandera, convertir a las personas LGBTI en el modelo a seguir, a profundizar y extender el aborto sin límites ni medidas, a recortar la patria potestad, prescindir de toda pedagogía que signifique mejora del rendimiento escolar en la escuela. Si hace todo esto y no encuentra respuesta, su dinámica en ese sentido no tendrá fin. Por tanto, hay que decir basta y el primer paso es ir a la manifestación del día 26 de junio en Madrid.
Después hay que transformar todo este movimiento en una mejor coordinación porque el otro problema, y esto es evidente en todas partes y en particular en Catalunya, los grupos que defienden la vida, la familia, la agenda cristiana, los derechos de los padres, escuela concertada, los movimientos de Iglesia, prefieren vivir encerrados y autorreferenciados en las comunidades, que compartir y coordinar actuaciones comunes que son absolutamente necesarias. Demasiados prefieren ser cabeza de ratón que cola de león. Debemos poner fin a este vicio porque esto es lo que es, todo lo contrario a la virtud, y a partir del 26 de junio es el momento para crear plataformas, combinaciones que sin perder, todo lo contrario, nuestras respectivas especificidades y vocaciones, nos permitan unir fuerzas, apoyándonos mejor y mutuamente y avanzar de una forma efectiva. Este es el segundo reto que comienza a partir del 26.
Por último, te recomiendo que leas la entrevista que hice para el digital El Debate, en la que hablaba sobre la lucha por la Vida y sobre la manifestación del 26 de Junio en Madrid.
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