Mn. Bruno Bérchez
“Promotor de terapias homófobas, independentista radical, obispo exorcista” … Qué triste que estos sean los únicos “méritos” que destacan sobre ti la mayoría de periódicos y portales de Internet. Y algunos de ellos católicos. Quienes destacan eso no han llorado ninguna lágrima por ti.
Quienes lloramos tu marcha somos aquellos que desde aquel lejano Congreso de Nueva Evangelización en Manresa el año 2012 no hemos dejado de admirar tu celo por evangelizar, tu valentía a la hora de apostar por nuevas metodologías o tu capacidad para renovar las estructuras diocesanas a favor de la misión.
Después de más de 10 años como obispo de Solsona el balance es impresionante: decenas de parroquias vivas y renovadas, cientos de laicos y jóvenes enamorados de la misión, y miles de personas que han conocido el amor de Dios gracias a tu acción pastoral.
Sí, sabemos que no has sido perfecto, pero tu impacto ha traspasado las fronteras de tu pequeña y bonita diócesis, y has sido fuente de inspiración para muchos sacerdotes y laicos de toda España, que se han lanzado a la misión siguiendo el dedo que Solsona señalaba.
No sólo eso. ¿A cuántos no han ayudado la profundidad de tus homilías, tus buenos consejos caminando durante un Goum o las palabras de consuelo y ánimo en un confesionario? De este Xavier nadie habla en las redes sociales ni en las tertulias radiofónicas. Pero es lo que muchos de nosotros queremos recordar en nuestro corazón.
¿Qué ha pasado Xavier? ¿Dónde ha quedado este gran pastor? ¿Dónde lo has escondido? ¿Por qué lo has matado?
No somos nadie para juzgarte. Más de uno se alegra de que te hayas marchado. Pero nosotros no. Que sepas que somos muchos en Cataluña y en España que echaremos de menos al obispo Novell. Y cuando el telediario del mediodía se haya olvidado de tu nombre, nosotros seguiremos orando por ti.
Gracias Señor por el obispo Xavier Novell. Que allá donde esté, lo guardes de todo mal, y no deje de sentir muy de cerca la claridad de tu mirada.