Apreciado amigo/Apreciada amiga de e-Cristians:
Es difícil encontrar un período político en el que el gobierno español promueva más leyes abiertamente contrarias, no ya a la concepción cristiana y a la ley natural, sino a la justicia y al sentido común. Si retrocedemos con la mirada, sin voluntad de hacer un examen exhaustivo, sino para situar solo un ejemplo, podemos encontrar la aberración de la ley que legaliza la eutanasia y el suicidio asistido, y lo hace al mismo tiempo que niega reiteradamente toda asignación de recursos para los cuidados paliativos a pesar de que nunca como ahora el gobierno había nadado en la abundancia de dinero. Consagrando la legalidad del suicidio, precisamente en el período que éste va al alza, en una sociedad en la que la ley sustituye a la moralidad compartida, porque esta se ha atomizado, todo el mundo ya sabe ahora que ayudar a suicidarse a alguien es algo positivo porque la ley lo ha reconocido como tal.
Pero volvamos al momento presente. La nueva ley del aborto profundiza el desastre de lo anterior y todavía no reconoce la existencia de la vida humana en el ser engendrado, lo que es una aberración científica. Pero no pasa nada. Nunca la autoridad de los padres se había visto tan atacada y la patria potestad disminuida. Se ha hecho con la nueva ley de educación, con la del aborto, con la de protección de menores… es un no parar. Resulta inaceptable y suicida querer suplantar a los padres desde el estado, los jueces, los fiscales, los maestros y, en último término, los políticos poderosos.
Y que puede decirse de la ley trans. Ella y esta ideología transmitida a través de la invasión de las escuelas que hace que, por ejemplo, en el caso de Catalunya, 1 de cada 5 menores, sobre todo chicas, se considere bisexual. Es absolutamente anómalo y tiene consecuencias radicales y muy negativas sobre el futuro de estas personas.
Sobre la transexualidad, la última publicación de la FIAMC, la organización Mundial de Médicos Católicos, en un cuidado texto del Dr. José María Simón Castellví, señala los graves problemas que conlleva esta acción sistemática de manipular, por razones ideológicas, la sexualidad humana.
La ley de familias que prepara el gobierno no solo deja en la más absoluta insuficiencia de recursos económicos a este tipo de políticas -lo que contrasta con la abundancia millonaria a favor de las políticas de género-, sino que además es generadora de una extraordinaria confusión, dada la voluntad atomizadora que preside los enfoques de UP, en particular, y del gobierno con los socialistas, en general. La nueva legislación define hasta ¡16 tipos de familias!, cuando lo que debería haber hecho es dejar bien asentado el hecho familiar, que es 1 y no 16, y en todo caso contemplar por razones concretas, no para hacer catálogos, circunstancias familiares distintas. Porque no existen varios modelos de familias, hay diversidad de circunstancias. La familia básicamente está compuesta por un hombre, una mujer y la descendencia. Después en su dinámica esto se puede ver modificado (serán las circunstancias), pero el origen de la familia es uno y es precisamente esa naturaleza de la institución la que hace posible sus aportaciones necesarias, valiosas e insustituibles a la sociedad. Si esto no se tiene claro, y la ley no lo tiene, el resultado es un desastre pero para la propia sociedad.
La vocación extraordinaria de fragmentar al ser humano en múltiples identidades que nacen de derivadas sexuales, que son las innumerables LGBTIQ(+), se añaden ahora como una consecuencia de toda la ideología precedente a los tipos de familia.
Las ideas tienen consecuencias graves en ocasiones y ahora vivimos una de ellas. El daño que todo esto provoca no es inmediato, sino a medio y sobre todo a largo plazo, y además acumulativo, con el agravante de que crea unas fuertes inercias difíciles de recuperar.
La sociedad necesita despertar, y los católicos deben actuar como lo que les está mandado, es decir, como fermento, como luz que ponga de relieve todos los extraordinarios daños que las políticas gubernamentales nos están ocasionando a todos.
Os recuerdo la nueva e interesante sesión del Club de Lectura:
Día: Martes, 13 de diciembre de 2022
Hora: 19h. (hora española)
Libro y autor: Los desheredados, de François-Xavier Bellamy
Ponente: Lluís Seguí
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