TV3 Toni Soler

TV3 y Toni Soler, seguimos esperando su reparación

Apreciado amigo/Apreciada amiga de e-Cristians:

A pesar de que la vida pública esté caracterizada por la fugacidad de los temas y la memoria de pez, desde e-Cristians consideramos que en las cuestiones importantes es necesario ser persistente. En este sentido, no queremos olvidar el trato ofensivo y discriminatorio que TV3, como medio de comunicación público, y de forma reiterada el Sr. Toni Soler, a través de sus producciones televisivas, se dedica a ofender y discriminar a los cristianos. En su momento, hemos emitido una declaración, pero evidentemente este hecho solo es el inicio de nuestra actuación en esta cuestión por la que pedimos tu colaboración: hemos lanzado una alerta invitándote a enviar escritos protestando a TV3 y el CAC. Además, hemos escrito, como organización, al director de TV3, al presidente y consejeros del CAC y a la Comisión de Control de la Actuación de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales. En estos escritos razonamos nuestra queja y pedimos que se dé cumplimiento a los criterios establecidos por el CAC en 2002, que han sido rotundamente vulnerados. Estos criterios surgieron precisamente a consecuencia de la actuación de e-Cristians y tenía como uno de los motivos, precisamente, TV3 y el Sr. Toni Soler.

No terminará aquí nuestra acción, sino que continuará y se ampliará hasta donde seamos capaces. El silencio es un mal consejero. Algunos, equívocamente, piensan que callando, demostrando la impunidad con la que se pueden agredir las creencias religiosas de las personas, sale ganando. ¡Qué gran error! Solo sirve para estimular la próxima iniciativa. Cada vez más ofensiva porque no ocurre nada.

Evidentemente, esta no es una cuestión que nos afecte solo a nosotros, e-Cristians. Afecta a todos aquellos que queremos vivir en una sociedad fundamentada en el respeto. Cuando se habla de ello, de respeto y de inclusión, cabe recordar que esta cuestión incluye también las creencias religiosas. Si no se estás dispuesto a hacer oír tu voz de manera respetuosa, pero enérgica cuando abusan de lo más santo, lo único que haces es facilitar que se destruya sistemáticamente el valor y significación de la fe cristiana.

¡Seguimos!

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