Por decisión municipal del alcalde Víctor Llasera de Junts per Catalunya y de la comisión de gobierno, la cruz de piedra que había frente a la Iglesia de Sant Vicenç de Montalt ha sido retirada.
Queremos manifestar nuestro rechazo por esta actuación y pedimos al consistorio su rectificación. Es necesario que el símbolo de la cruz vuelva al lugar.
No ha sido en los últimos días la única agresión contra los cristianos. Con motivo de las manifestaciones feministas del día 8M, varias iglesias parroquiales de Barcelona fueron ensuciadas por las manifestantes y pintadas con eslóganes que son portadores de odio. En Berga fue atacada una tienda de objetos religiosos, y pintada con pintura violeta la placa que conmemora a Mn. Josep Armengou.
Todo ello define un escenario de intolerancia hacia una parte de los compatriotas -nosotros los cristianos-, cuando el objeto de la política debería ser buscar el bien de todos.
Nos dirigimos sobre todo a los partidos que sois mayoritarios como el PSC, ERC, JxCat, o que sin serlo tienen una presencia importante en las instituciones como la CUP y Comunes, y también a las poderosas organizaciones feministas, que no descalifican estas acciones realizadas en su nombre.
¿Qué democracia estáis construyendo cuando agredís institucionalmente los sentimientos y creencias de los cristianos? ¿Cuándo para celebrar los derechos de la mujer «marcáis» iglesias?
¿Qué diríais si aquello que es valioso y símbolo de vuestras creencias mundanas se viera agredido o maltratado? Pues, lo que no deseéis para vosotros, no lo deseéis para nadie. Porque solo bajo este principio se construye la democracia.
Respetar es el deber de todos, también vuestro. No forcéis más a la crispación a un país que sufre y mucho.
Lo que necesitamos todos es trabajar para superar los graves, frecuentemente trágicos, problemas que vivimos. Desde las filas del pueblo cristiano lo hacemos, sin mirar banderas, colores, ni procedencias. Allí donde hay una necesidad hay, más grande o más pequeña, una respuesta cristiana. Sería bueno que procedierais de una manera similar.
Os pedimos que rectifiquéis, que respetéis, que seáis cohesionadores, no disgregadores, que abandonéis la partitocracia y la demagogia que a todos nos perjudica.
¡Exigimos respeto!
Llamamos a los católicos, a todos los cristianos, de fe y también de cultura, no colaborar con el silencio o la inacción. Hay que hacerlo por dignidad hacia lo que creemos, y también por el bien de nuestro país.