Lo hemos vuelto a hacer: interpela al Parlamento catalán sobre su fijación Iglesia-pederastia

La asociación e-Cristians estamos asumiendo la responsabilidad de defender a la Iglesia católica de los ataques que está recibiendo la institución religiosa por parte de instituciones políticas, que señalan a la Iglesia como principal cabeza de turco de la presencia de la pederastia en la sociedad, cuando es una de las instituciones que más lucha contra la pederastia.

Ahora volvemos a insistir con los partidos políticos presentes en el Parlament catalán por segunda vez con una nueva carta en la que insta a las formaciones del arco parlamentario a aceptar que «hay un problema estructural con la pederastia en nuestra sociedad, y los ámbitos a los que afecta poco tienen que ver con la Iglesia».

La carta de e-Cristians recuerda que el pasado 22 de febrero, los grupos parlamentarios de ECP, ERC y la CUP registraron en el Parlamento de Catalunya una petición conjunta a fin de que el Pleno acordara la creación de una comisión de investigación sobre la pederastia en la Iglesia. Posteriormente, el grupo parlamentario de JxCat registró una enmienda para ampliar esta comisión a otros ámbitos, proponiendo que se haga extensiva la investigación también al ámbito escolar, deportivo y de ocio, entre otros. La enmienda pide también que la comisión cuente con la participación de expertos.

La misiva está firmada por Josep Miró Ardèvol, presidente e-Cristians, en nombre de la Comisión Ejecutiva y del Secretariado General de la asociación, y explica una realidad, que no son abundantes los estudios, ni siquiera desde instancias públicas sobre este triste fenómeno, pero los que existen señalan un determinado sentido, «como hemos constatado en las referencias precedentes». E-Cristians hace referencia a que un informe dd 1994 del Ministerio de Asuntos Sociales apuntaba que los abusos a menores cometidos por maestros y profesores afectaban al 23% de las niñas y al 10% de los niños. Es el único estudio de prevalencia realizado en el ámbito estatal.
La carta remitida a los grupos parlamentarios afirma que la participación de personas vinculadas a la Iglesia católica en este tipo de delito «puede ser muy doloroso», pero al mismo tiempo «es muy marginal en relación al conjunto del problema en nuestra sociedad». Además, «la Iglesia ha pedido perdón reiteradamente y hace años, desde el Papa Benedicto XVI, se han adoptado medidas rigurosas para prevenir y afrontar el problema de la pederastia. De hecho, es la única institución que ha adoptado medidas sistémicas en ese sentido».

El texto denuncia que en consonancia con los datos expuestos, «sería un grave escándalo por injusto, inútil y discriminatorio desde la perspectiva de género, que el Parlamento de Cataluña decidiera investigar sólo los casos de pederastia que tienen relación con la Iglesia católica, ignorando el 99,5% o el 99,8% restante de los casos».

Asimismo, se «demostraría que más que investigar sobre un problema gravísimo extendido al conjunto de la sociedad, lo que se pretende es señalar a un grupo social muy específico, el de personas vinculadas a la Iglesia católica, como responsables de la pederastia. Serían el chivo expiatorio que permitiría ocultar un delito tan extendido en la sociedad. En definitiva, el Parlamento estaría promoviendo un trato injusto, atentatorio de los derechos fundamentales de las personas vinculadas a la Iglesia. Porque, ¿cuál sería la reacción si el Parlamento se planteara la constitución de una comisión para estudiar los delitos de robo con violencia, pero sólo los cometidos por gitanos o inmigrantes? Con razón se acusaría a la iniciativa de racismo y xenofobia. Investigar sólo a personas vinculadas al catolicismo significa criminalizar a todo un grupo de población debido a su confesión religiosa».

Además, e-Cristians apunta un hecho objetivo, de desarrollarse esa investigación en los términos planteados actualmente, sería «un trabajo inútil» porque al ser tan marginal en relación con la autoría de los casos observados, «se producirían conclusiones erróneas y las políticas para prevenir serían inútiles». También «la ayuda a las víctimas sería ridícula porque sólo se considerarían menos del 1% de los casos y sería discriminatorio desde la perspectiva de género debido al gran sesgo que se comete al considerar un grupo de casos tan reducido y parcial, que haría que las principales afectadas por los abusos sexuales, las chicas y las niñas, aparecieran como una minoría, y al mismo tiempo serían sobreestimados los casos que tienen como autor a personas que sienten atracción hacia niños y adolescentes del mismo sexo».

Es obvio que, según los datos que aportamos no se puede investigar un problema social como es la pederastia, limitándose a un ámbito concreto que representa sólo el 0’57% (en la relación delitos y casos en curso en las fiscalías) o el 0’2% (sacerdotes según Fundación ANAR), o que ni siquiera aparecen en el estudio de Save the Children. «Supondría desatender a la inmensa mayoría de las víctimas. Con razón puede producirse una protesta social por una investigación tan sesgada».

Es por eso que la carta pide que en caso de que el Parlament de Catalunya acuerde la creación de una comisión de investigación sobre los casos de pederastia, «aborde todos los ámbitos sociales donde han sido más numerosos estos abusos, como el escolar, el deportivo y del ocio».

Además, se pide que de acuerdo con lo previsto en el artículo 67.2 del Reglamento del Parlament de Catalunya, la referida comisión de investigación debe «incorporar especialistas, con tareas de asesoramiento técnico, en número igual al de diputados miembros de la comisión». Y que estos especialistas «sean personas de reconocido prestigio en los ámbitos penal, de atención a menores, educativo, deportivo y asociativo, con diversidad de conocimientos, de forma que el plan de trabajo de la comisión pueda abordar el problema de la pederastia en la máxima amplitud posible. Que en este caso nuestra asociación sea llamada para aportar la información y análisis de los que dispone».

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