Los propios políticos juegan a manipular el lenguaje:
Escuelas que segregan por sexo.
Escuelas elitistas: Las dos escuelas de Girona que yo conozco, Bell-lloc y Les Encines os aseguro que no son escuelas de ricos, sino que en ellas predominan las familias de clase media y trabajadora. Y supongo que en los colegios Pineda y Xaloc de l’Hospitalet de Llobregat, pasa lo mismo.
Son prejuicios de la izquierda. Como lo es el tema del uniforme. ¿Es mejor que los alumnos vayan vestidos como quieren en las aulas, los chicos con alpargatas de marca, las chicas en tirantes y enseñando el ombligo?
En fin, son los clichés de lo políticamente correcto. Es la manipulación del lenguaje al servicio de la ideología. Es la ideología estúpido, diría Bill Clinton. O también podríamos decir que es una ideología estúpida la que nos gobierna. En todo caso no nos engañarán Bargalló, Celáa y compañía, ustedes lo tienen muy claro: quieren imponer el pensamiento único, su ideología en nuestra sociedad, y por ello, claro, deben monopolizar la educación.