Apreciado amigo/Apreciada amiga:
Esta semana quiero destacar una serie de hechos relacionados con tres estragos moral: el aborto, la pornografía y la eutanasia.
Uno de ellos son las declaraciones de la ministra Montero anunciando una nueva ley del aborto aún más permisiva que la actual, si es que esto es posible, y para introducir explícitamente la posibilidad de que las menores de edad puedan abortar sin conocimiento ni autorización de sus padres. Se produce el hecho paradójico de que la actual ley todavía está bajo la sospecha no aclarada de un recurso en el Tribunal Constitucional contra ella que hace ¡10 años! que está paralizado. Esta iniciativa, formulada en sede parlamentaria, acentúa el tipo de leyes que el gobierno español está incentivando en el Congreso. También la muy peligrosa ley de educación, que de aprobarse tal como está presentada, provocará la educación ideológica en la escuela, en la perspectiva de género, en memoria histórica, hará más difícil aún la clase de religión y la vida de las escuelas concertadas. También hay que añadir la ley de la eutanasia, que conoces suficientemente bien, con enmiendas presentadas por la misma coalición de gobierno que son aún menos garantistas.
Esta es una parte del escenario en el que se producirá la entrevista el próximo sábado entre el presidente del gobierno y el Papa Francisco, que lo recibirá en audiencia. En muchos sectores cristianos existe el temor a la instrumentalización que el gobierno pueda hacer de esta entrevista, presentándola en términos sesgados favorables a sus intereses de partido.
Una tercera novedad importante, aunque todavía en una fase muy inicial, es el inicio de los trabajos para llevar a cabo una asamblea de entidades a escala española impulsada precisamente por esta legislación que está produciendo el gobierno y en primer término por la eutanasia. En este sentido es particularmente peligroso el discurso oficial sobre que no hay ninguna legislación específica para asegurar los cuidados paliativos a toda la población porque ya es una prestación del Sistema Nacional de Salud. Esta afirmación es falsa porque esta prestación no está dotada de recursos suficientes ni de obligación por parte del gobierno de aportarlos, y en consecuencia cubre sólo a una parte de la población. Según la Sociedad Española de Cuidados Paliativos cada año más de 80.000 personas mueren sin haber podido acceder a un servicio de este tipo a pesar de que lo necesitan. Es una brutalidad. Por tanto, la ley de la eutanasia significará además del homicidio legal a manos del médico, el descuido total de los cuidados paliativos que afectan, no sólo a las personas en situación terminal, sino a aquellas que sufren dolores insufribles por enfermedades que no son en primer término mortales. La brutalidad de todo es extraordinaria. La posición gubernamental es clara: si hay eutanasia no hay que mejorar los cuidados paliativos, y nuestro nivel actual se sitúa en los últimos lugares de Europa… excepto para quien lo puede pagar, claro. Sería, si se aprueba, una nueva fuente de desigualdad.
Finalmente, os anuncio que la Comisión Ejecutiva de e-Cristians está preparando un programa de acción en relación con la pornografía y en especial con la pornografía infantil y adolescente, en la que como ocurre con la eutanasia os llamaremos a participar a aquellos que estéis interesados en este tema. Aprovecho la ocasión para recordaros que el próximo día 3 de noviembre a las 19h. se reunirá el grupo de trabajo de la eutanasia. Si estáis interesados en participar, haced llegar a secretaria@e-cristians.net vuestro interés a fin de poder recibir el enlace para participar en el encuentro virtual.
Y ahora sí, para terminar, os quiero recomendar que leáis mi último artículo en La Vanguardia digital «La eutanasia y un Gobierno provocador».